martes, 24 de enero de 2017

La Guerra y los Paisajes Culturales del Agua.



El pasado octubre se celebró en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura el III Seminario Internacional “Paisajes Culturales del Agua”. En este encuentro presentamos un póster titulado “El Frente extremeño: de espacios bélicos a paisajes culturales”. Con dicha comunicación pretendíamos subrayar las huellas del conflicto en los paisajes hídricos extremeños. Y además, mostrar cómo un acontecimiento efímero como fue el desarrollo de la Guerra Civil incidió de manera muy directa en dicho entorno. En definitiva, evaluábamos las interacciones de las operaciones militares con los entornos naturales vinculados al agua, que siempre han actuado como elementos determinantes en los hábitats construidos por los grupos humanos a lo largo de la Historia.

 A grandes rasgos incidimos en dos fases para articular nuestro discurso. La primera, relativa al golpe de Estado y a la evolución diferenciada de los sublevados en Cáceres y en Badajoz respectivamente.  La segunda, centrada en las estrategias que los contendientes desplegaron sobre los territorios por controlar. Y más concretamente, en las fortificaciones que se erigieron. Estas construcciones que se incrustaron en los paisajes culturales del agua en Extremadura constituyen el legado patrimonial más importante de la Guerra Civil.

              
                                                  "Cerro Balcón".


El patrimonio bélico del Frente Extremeño que constituye fotos fijas del conflicto nos ha permitido recorrer la evolución de la Guerra Civil en Extremadura. A modo de resumen utilizaremos dos ejemplos. En la Provincia de Cáceres  los arroyos o pequeñas corrientes de agua en las Villuercas sirvieron como elemento defensivo para reforzar posiciones. Este sería el caso de la fosilizada posición de "Cerro Balcón" situada en el término municipal de Villar del Pedroso y que estuvo a cargo del 184 Batallón de la XLVI Brigada Mixta republicana. Dicha posición pasó a control de los rebeldes tras la ofensiva franquista para el cierre de la "Bolsa de La Serena" en el verano de 1938.

                                             Fortificación en el Castillo de Medellín.

           Ya en la Provincia de Badajoz y durante el invierno y la primavera de 1937 los republicanos fortificaron el castillo de Medellín para garantizar el control y vigilancia del Valle medio del Guadiana. Las almenas dejaron paso a un nido de ametralladora en altura que controlaba el paso del puente medieval sobre el Guadiana. Su remodelación corrió a cargo de la 109 Brigada Mixta republicana.
                                    Pilones sobre el Zújar, término de Campanario.

             Este póster es resultado, en gran medida, de la prospección arqueológica que se ha llevado a cabo gracias a la financiación de la Diputación de Badajoz que nos ha permitido localizar elementos de gran relevancia constructiva. Así mismo, hemos comprobado la importancia de los cursos fluviales pues constituyen accidentes geográficos determinantes a la hora establecer las posiciones de los contendientes. Ríos y arroyos como Guadámez, Aviones, Mejoral, Guadalefra, Almorchón, Zújar y Guadiana  se convirtieron en escenario de combates y en enclaves decisivos a la hora de proteger sus vados y puentes. Y sin lugar a dudas, la estructura más significativa es el puente sobre pilones del río Zújar, Molino de Cieza. El pontón fue construido por el ejército franquista en el otoño de 1938 y estuvo asociado al búnker de la finca “El Espolón”, en el término municipal de Campanario.

           Estos vestigios vinculados a la Guerra y a las corrientes de agua han conformado un paisaje antropizado y su estudio nos permite desarrollar nuevas perspectivas sobre lo que representó  el desarrollo de la Guerra en nuestros territorios.

Puente sobre el Zújar también realizado por la Compañía de Puentes del Ejército franquista, 
término de Monterrubio de La Serena.          



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