(José Ramón González Cortés, Profesor IES Albalat y
Vicepresidente de la Asociación "Frente Extremeño").
La evolución de la Guerra Civil en Extremadura, con un
frente abierto durante todo el conflicto, conllevó la edificación de un número
importante de fortificaciones. Estas construcciones presentan una variada tipología
defensiva y ofensiva, e infraestructuras bélicas se distribuyen a lo largo de
la zona oriental de la región. La presencia de dichos vestigios, relativamente
bien conservados - aunque dispersos y en ocasiones, con una accesibilidad
complicada-, favorece el uso didáctico de este patrimonio.
Las
visitas escolares a estos espacios propician una mejor comprensión del
conflicto y de la vida cotidiana de los soldados en el frente. La capacidad de
concretar sobre el terreno el conflicto bélico y de propiciar situaciones de
empatía con los combatientes de primera línea aporta unos contenidos y
enseñanzas adicionales a lo mostrado en las aulas.
A lo largo de mi experiencia docente
siempre he propiciado la interacción de las espacios escolares con los
elementos patrimoniales del entorno. Con algunos de mis grupos-clase he
visitado el espacio que ocupó el campo de concentración de Castuera o los
vestigios de Fort Napoleón, un edificación usada por las tropas francesas
durante la guerra de la Independencia para controlar el valle del río Tajo a su
paso por Almaraz y que fue escenario de una escaramuza. Estas actividades
extraescolares les han aportado a los estudiantes otros enfoques -patrimonial,
arqueológico, fuentes y tradición oral…- acerca de los procesos históricos y
han enriquecido sus conocimientos sobre los procesos históricos.
La proximidad del frente del Sur del
Tajo a Navalmoral de la Mata, localidad donde doy clases, facilita nuestras
visitas extraescolares a la zona para complementar la enseñanza sobre la Guerra
Civil. Con los alumnos de 4º de la ESO y tras la realización de actividades
preparatorias en el aula, nos acercamos a la zona de combate. Para mejorar la
compresión de la actividad, los alumnos tienen que complementar una ficha que
les guía en la actividad.
Nuestra
visita se circunscribe a dos tramos del frente que se encuentran en pleno
Geoparque Villuercas-Ibores-Jara. La primera se localiza en las proximidades de
Villar del Pedroso. Es una zona de trincheras en zig-zag que protege un nido de
ametralladoras situado en una pequeña colina. El segundo espacio, conocido como
"Cerro del Ataque", se sitúa en las inmediaciones de Navatrasierra
y es una zona de trincheras, levantadas
con pequeñas piedras y que domina un pequeño arroyo que corre a sus pies.
En
definitiva, los espacios bélicos poseen unas cualidades que enriquecen la
enseñanza desarrollada en las aulas. Pero además, nos ayudan a fomentar la
educación en valores y la necesaria reflexión sobre la construcción de
sociedades y de relaciones humanas basadas en el diálogo y en la no violencia.
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